Redacciones colectivas.
Enumeraciones. Carriles.
Sin dejar los carriles:
Variaciones (I)
Variaciones (II)
Variaciones (III)
2. Alumnos de secundaria (12-15):
Enfoques: objetivo, directo e intimista.
3. Alumnos
de bachillerato (16-17 años):
Interiorizaciones: detallista, significativa, creacionista
Primer ensayo del bachiller.
·
El curso próximo se dedicará a la última fase
del Método Redacta: El primer ensayo del bachiller.
·
Se sintetizan ahora y aquí las tres interiorizaciones
a las que se aplicó el bachiller (tomadas de los clásicos, las primeras), y otras tres (realización del profesor o de
los alumnos) con el tema de la noche sobre el que versará el ensayo.
TRÍPTICO DE INTERIORIZACIONES
1.
Se ofrecen modelos tomados de los clásicos
INT. DETALLISTA
La interiorización detallista ofrece el
esqueleto o la estructura mental del objeto o relato. Es minuciosa y presenta
en unidad el interior de las cosas.
La casa vasca
La
casa vasca es uniforme, simétrica, sólida, tal vez achaparrada.
Sus
tejados son grandes, colocados en pronunciada vertiente; los aleros sobresalen
anchurosos.
Si
no es de piedra gris, negra, sus esquinazos, al menos, son de recios sillares.
Y
de piedra son los alféizares de las ventanas. Y de piedra, la arquería, grave,
majestuosa, que da entrada al zaguán.
(Azorín, Tiempos y cosas)
INT. SIGNIFICATIVA
La interiorización significativa ofrece el sentido o la dirección de relieve y vigor que caracteriza a los objetos.
Se lanza una amenaza
El argumento fue definitivo, inapelable. El alcalde se pasó reiteradamente su inquieta mano por la boca y las mejillas, como si acabaran de abofetearle; el secretario volvió a quitarse las gafas y a simular que las limpiaba; a Martiniani le salieron dos rosetones como de fiebre a ambos lados de la cara; en tanto el otro concejal, que acababa de alargar el brazo para aplastar el cigarrillo en un cenicero de barro, quedó inmóvil en aquella actitud, sin decidirse a recoger el brazo extendido sobre la mesa (Miguel Delibes, El tesoro).
INT. CREACIONISTA
La interiorización creacionista recrea el
objeto mediante elementos fantásticos.
Las cigüeñas
Las cigüeñas telegráficas, luciendo y bañándose en
el sol de la tarde, hacen signos de una torre a otra, de una ciudad a otra. Les
contesta desde el lejano Escorial las cigüñas de Téophile Gautier; les contestan
las cigüeñas de Ávila, las de Segovia y las de Santiago, las de Cáceres y
Plasencia. Ellas forman, por sobre la vida de los pueblos, una diadema de
aleteos que suenan más hondo que las campanas. Flechadas en las agujas de las
torres o extáticas como figuras de piedra, abren de súbito el ángulo de las
alas o calcan sobre el horizonte de la tarde, su cruz de ceniza. Góngora diría
que escriben letras japonesas.
(Alfonso Reyes. Las vísperas
de España)
2.
Se ofrecen trabajos de profesores y de alumnos
INT.DETALLISTA
La noche del cuarto trastero
Bajo
al cuarto trastero. Abro la puerta. No hay luz, Enciendo un mechero. Tropiezo
con baúles viejos, muebles altos de madera, maletas mal cerradas, un cajón con
juguetes descoloridos, libros mal amontonados, objetos raros, inservibles ya…
Sobre
tanto objeto ha caído la noche del olvido, que sigue a la noche del tiempo y la
acompaña. Aquello es el pasado.
El
polvo del abandono, la oscuridad del olvido, hacen de armadura protectora. A
los alimentos los conserva el frío y a lo que no es perecedero, la oscuridad
del cuarto trastero. Apago mi mechero. Que siga la noche.
INT. SIGNIFICATIVA
La noche de los años
Es mi abuelo. Hace años que peina la nieve de sus montañas sobre su cabeza. Su cara la curtió el sol de los veranos y de las cosechas. Su cuerpo es delgado, duro, Aún marcha ligero.
Tuvo
que ser un joven apuesto, castigador, como dice él.
Ahora
mastica con lentitud, le quedan pocos dientes. No come lechuga. Le gustan las
sopas y los caldos. Se queja de no caminar como antes y, aunque se estira de
cuando en cuando, la verdad es que camina un tanto encorvado. Pero tiene
ilusiones de joven, casi de niño. La cabeza le funciona bien y su corazón no
puede ser más grande, Un día cerrará del todo la noche de sus muchos años. No
quiero ni pensarlo. En sus adentros es siempre de día.
INT. CREACIONISTA
Bendición de Jacob
Cuatro
personajes, cuatro noches.
Isaac
no ve, palpa, pero no ve. No advierte la trampa que le están tendiendo. ¿O la
ve y no quiere verla, porque vio ante lo que siempre ha callado?
Jacob,
joven, alarga el brazo derecho que ha disfrazado la mentira.
Rebeca,
la madre que mira para otro lado, pero empuja y sostiene al hijo: la bendición
del padre, ante todo, como sea. ¿En su corazón también es de noche?
Esaú
viene del campo, de cazar. Piensa, quizá, en unas lentejas por las que se
escondió de sí mismo. Cuando sepa todo lo que está ocurriendo, bramará. Para su
hermano será de día, para él habrá empezado una negra noche.
José de Ribera, el Españoleto |
Carlos Urdiales Recio
Maestro.
Especialista en expresión escrita
Emérito UCJC
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