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55. Nuestra Escuela REDACTA

                CORONACIÓN DEL MÉTODO REDACTA

PRIMER ENSAYO DEL BACHILLER (I)
1.   VERDADERO ENSAYO

Tema elegido: LA NOCHE
A.  Verdadero 
Al estudiante que ha ejercitado su músculo de escritor con un método adecuado, de los 6 a los 16 años –como el de carriles, enfoques e interiorizaciones propios del “Sistema Redacta, expuesto mes a mes en este blog AFDA- le invitamos a que corone su dominio de la expresión escrita con el “Primer ensayo del bachiller”.
·         En ningún momento se piensa en que este ensayo sea una tesina. Se trata, eso sí, de un verdadero trabajo de investigación o de una monografía.
·         Verdadero, quiere decir, detenido, riguroso, científico. Con fecha límite de entrega, formas externas de presentación, un ensayo serio que elaborar en el transcurso de los dos años de bachillerato.
·         En su elaboración el alumno no “juega” a investigador. No le bastará con cumplir. Le orienta un profesor, cuenta con otros profesores, con compañeros, con su familia, con materiales de trabajo de que dispondrá el centro y con bibliotecas, museos, fábricas, empresas, internet… que le harán salir de sí en busca de informaciones de primera mano.
No podrá dirigírselo aquel profesor de lengua y literatura que se contenta en sus clases con hacer literatura de la literatura y no trabaja la auténtica lengua y la real literatura con sus alumnos. Tampoco, quien dé a sus alumnos gramática en vez de lengua y datos y valoraciones literarias, en vez de darles a morder, no el fantasma de la realidad  literaria sino la corteza y la miga horneadas de las obras literarias. Si se prefiere otra imagen, no deberá dirigir este trabajo quien no les da café, sino recuelo. Quien edifica en falso e inicia a sus alumnos en el disimulo.
·         En nuestro caso el camino es muy otro. En su ensayo todo será primera mano. Ni asomo de disimulo. Todo materia prima. Recurrirá a internet, a libros logrados, a autoridades competentes…, pero sólo en tanto en cuanto le ayuden a perforar la verdad de la realidad que trabaja, a confirmarle en lo que ya ha comprobado por sí mismo. Lo que exprese ha de ser suyo del todo y lo ha de presentar bien depurado. 

B.  Ensayo (sus fases) 
La notte. Miguel Ángel Buonarroti.
Basílica de San Lorenzo.
Tumba de Lorenzo II, Medici. Florencia.
·         Poema clásico inicial. Se inicia zambulléndose el estudiante en una expresión valiosa sobre el tema, analizando, con moroso detenimiento, un poema clásico que lo trate. En el ejemplo que propondremos como paradigna, “La noche serena” de Fray Luis de León. (Fase A)
·        Acarreo de “realizaciones” cumbre. Versan sobre el tema y se traerán de realizaciones o expresiones del pensamiento, la literatura, las bellas artes, la historia, las ciencias, el comercio y demás zonas de la realidad ontológica señaladas como mejores representaciones de la esencia del tema, la noche en nuestro caso. (Fase B)
·         Elaboración personal final. Redacción personal sobre el tema -la noche, en el ejemplo elegido- en que aflora lo trabajado, lo condensa y le da expresión personal, que el alumno podrá defender como a) un verdadero trabajo de investigación, b) una monografía o c) un primer ensayo. En todo caso, una modesta primera tesis a medida de los 16-18 años de nuestro bachiller. (Fase C)
La noche astronómica, en la ciudad, la vía Láctea...


2.   MOMENTO DIDÁCTICO
Los experto en didáctica de la expresión escrita podrían citar, entre libros y artículos de revistas serias, medio centenar de trabajos en español sobre la didáctica de la redacción. Generalmente se trata de estudios o planteamientos no sistemáticos, a los que, de ordinario no les ha precedido una experimentación seria.

Los franceses sobresalieron en este campo y no lo han abandonado del todo. Lo reconocía Eugenio d´Ors, que hablaba  “de la antigua y buena moda francesa que consiste en dar central importancia a la educación y perfeccionamiento de la aptitud de redactar. Redactar, redactar, redactar; del redactar provienen después privilegios y primacías” (Nuevo Glosario, vol. II, MCMXXVII-MCMXXXIII, EUGENIO D´ORS,  Aguilar, Madrid, 1947).

En italiano hemos encontrado sugerencias y experiencias valiosas.

En inglés, en EE. UU. Es posible recoger materiales, incluso abundantes, didácticamente ingeniosos, que suelen carecer de claridad y sistematización.

Nosotros nos propusimos que el alumno que llama a las puertas de la Universidad, o el joven que terminados sus estudios medios ingresa en el mundo laboral, supieran leer y redactar –lo que habrá exigido aprendizaje certero y seria y terca disciplina-, cosa que hoy con frecuencia no ocurre.
Creamos el Método Redacta, al que en 1988 el Consejo General de Doctores y Licenciados otorgó el “primer premio a la investigación didáctica”.
La noche en el teatro.
El primer ensayo del bachiller viene a ser la coronación o el cubrir aguas del edificio levantado, la bandera en lo alto, tras los ejercicios de carriles, enfoques e interiorizaciones precedentes. Las mismas razones filosóficas, psicológicas, literarias y didácticas del Método Redacta aconsejan este “primer ensayo”.
Sabemos que trabajamos con inteligencias aún no formadas todavía. De ahí lo primerizo de este ensayo y las piezas por ensamblar de este última etapa, cuyo momento más apropiado nos parece ha de ser el de los 16-17 años, es decir, los dos años finales preuniversitarios o de bachillerato.
El acento irá puesto en tres puntos: la expresión personal o estilo propio, en su condición particularmente reflexiva y en la observación tenaz.
Tomamos la palabra ensayo en un sentido amplio, fundamentalmente informativo (riguroso acarreo y cuidada selección de materiales para llegar a una síntesis final). Se busca, se ordena, se da con el significado cierto de cada elemento y se desemboca en una síntesis.
Trabajo serio y detenido. Con fecha límite de entrega, formas externas de presentación precisas. El alumno no “juega” a investigador, investiga; ordena cuidadoso, como orfebre; precisa los diferentes significados con todo rigor… El ensayo no está entero en la síntesis personal final, es ella y la solidez de todo lo trabajado previamente.
En ocasiones el tema puede presentar tal campo de búsqueda, ordenamiento y expresión, que sea mejor realizarlo en equipo. Considérese. El tema ha de terminar dominado por el grupo, visto en sus múltiples enfoques y, por dentro, interiorizado.
Carlos Urdiales Recio
Maestro. Especialista en expresión escrita
Emérito UCJC
(continuará)
La noche en la música.



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