PRIMER ENSAYO DEL
BACHILLER (I)
1.
VERDADERO ENSAYO
Tema elegido: LA NOCHE
A. Verdadero
Al estudiante que ha ejercitado
su músculo de escritor con un método adecuado, de los 6 a los 16 años –como el
de carriles, enfoques e interiorizaciones propios del “Sistema
Redacta, expuesto mes a mes en este blog AFDA- le invitamos a que corone su
dominio de la expresión escrita con el “Primer ensayo del bachiller”.
·
En ningún momento se piensa en que este ensayo sea
una tesina. Se trata, eso sí, de un verdadero
trabajo de investigación o de una monografía.
·
Verdadero, quiere decir, detenido, riguroso, científico. Con fecha límite de entrega, formas
externas de presentación, un ensayo
serio que elaborar en el transcurso de los dos años de bachillerato.
·
En su elaboración el alumno no “juega” a investigador. No le bastará con cumplir. Le
orienta un profesor, cuenta con otros profesores, con compañeros, con su
familia, con materiales de trabajo de que dispondrá el centro y con
bibliotecas, museos, fábricas, empresas, internet… que le harán salir de sí en
busca de informaciones de primera mano.
No podrá dirigírselo aquel
profesor de lengua y literatura que se contenta en sus clases con hacer
literatura de la literatura y no trabaja la auténtica lengua y la real literatura
con sus alumnos. Tampoco, quien dé a sus alumnos gramática en vez de lengua y datos y
valoraciones literarias, en vez de darles a morder, no el fantasma de la
realidad literaria sino la corteza
y la miga horneadas de las obras literarias. Si se prefiere otra imagen, no deberá dirigir este trabajo quien no les da café, sino recuelo. Quien edifica en falso e inicia a sus alumnos en
el disimulo.
·
En nuestro caso el camino es muy otro. En su
ensayo todo será primera mano. Ni
asomo de disimulo. Todo materia prima. Recurrirá a internet, a libros
logrados, a autoridades competentes…, pero sólo en tanto en cuanto le ayuden a
perforar la verdad de la realidad que trabaja, a confirmarle en lo que ya ha
comprobado por sí mismo. Lo que exprese ha de ser suyo del todo y lo ha de
presentar bien depurado.
B. Ensayo (sus fases)
La notte. Miguel Ángel Buonarroti. Basílica de San Lorenzo. Tumba de Lorenzo II, Medici. Florencia. |
·
Poema
clásico inicial. Se inicia zambulléndose el estudiante en una
expresión valiosa sobre el tema, analizando, con moroso detenimiento, un poema
clásico que lo trate. En el ejemplo que propondremos como paradigna, “La noche
serena” de Fray Luis de León. (Fase A)
· Acarreo
de “realizaciones” cumbre. Versan sobre el tema y se traerán de
realizaciones o expresiones del pensamiento, la literatura, las bellas artes,
la historia, las ciencias, el comercio y demás zonas de la realidad ontológica
señaladas como mejores representaciones de la esencia del tema, la noche en
nuestro caso. (Fase B)
·
Elaboración
personal final. Redacción personal sobre el tema -la noche, en
el ejemplo elegido- en que aflora lo trabajado, lo condensa y le da expresión
personal, que el alumno podrá defender como a) un verdadero trabajo de
investigación, b) una monografía o c) un primer ensayo. En todo caso, una
modesta primera tesis a medida de los 16-18 años de nuestro bachiller. (Fase C)
La noche astronómica, en la ciudad, la vía Láctea... |
2.
MOMENTO DIDÁCTICO
Los experto en didáctica
de la expresión escrita podrían citar, entre libros y artículos de revistas
serias, medio centenar de trabajos en
español sobre la didáctica de la redacción. Generalmente se trata de
estudios o planteamientos no sistemáticos, a los que, de ordinario no les ha
precedido una experimentación seria.
Los franceses sobresalieron en este campo y no lo han
abandonado del todo. Lo reconocía Eugenio d´Ors, que hablaba “de la
antigua y buena moda francesa que consiste en dar central importancia a la
educación y perfeccionamiento de la aptitud de redactar. Redactar, redactar,
redactar; del redactar provienen después privilegios y primacías” (Nuevo Glosario, vol. II,
MCMXXVII-MCMXXXIII, EUGENIO D´ORS,
Aguilar, Madrid, 1947).
En italiano hemos encontrado sugerencias y experiencias
valiosas.
En inglés, en EE. UU. Es posible recoger materiales, incluso
abundantes, didácticamente ingeniosos, que suelen carecer de claridad y sistematización.
Nosotros nos propusimos que el
alumno que llama a las puertas de la Universidad, o el joven que terminados sus
estudios medios ingresa en el mundo laboral, supieran leer y redactar –lo que
habrá exigido aprendizaje certero y seria y terca disciplina-, cosa que hoy con
frecuencia no ocurre.
Creamos el Método Redacta, al que en 1988 el Consejo General de Doctores y
Licenciados otorgó el “primer premio a la investigación didáctica”.
La noche en el teatro. |
El
primer ensayo del bachiller viene a ser la coronación o el cubrir aguas
del edificio levantado, la bandera en lo alto, tras los ejercicios de carriles, enfoques e interiorizaciones precedentes. Las mismas razones filosóficas,
psicológicas, literarias y didácticas del Método Redacta aconsejan este “primer
ensayo”.
Sabemos que trabajamos con
inteligencias aún no formadas todavía. De ahí lo primerizo de este ensayo y las
piezas por ensamblar de este última etapa, cuyo momento más apropiado nos
parece ha de ser el de los 16-17 años, es decir, los dos años finales
preuniversitarios o de bachillerato.
El acento irá puesto en tres
puntos: la expresión personal o
estilo propio, en su condición
particularmente reflexiva y en la observación tenaz.
Tomamos la palabra ensayo en un
sentido amplio, fundamentalmente informativo (riguroso acarreo y cuidada
selección de materiales para llegar a una síntesis final). Se busca, se ordena,
se da con el significado cierto de cada elemento y se desemboca en una
síntesis.
Trabajo
serio y detenido. Con fecha límite de entrega, formas externas de
presentación precisas. El alumno no “juega” a investigador, investiga; ordena
cuidadoso, como orfebre; precisa los diferentes significados con todo rigor… El
ensayo no está entero en la síntesis personal final, es ella y la solidez de
todo lo trabajado previamente.
En ocasiones el tema puede
presentar tal campo de búsqueda, ordenamiento y expresión, que sea mejor
realizarlo en equipo. Considérese. El tema ha de terminar dominado por el
grupo, visto en sus múltiples enfoques y, por dentro, interiorizado.
Carlos Urdiales Recio
Maestro. Especialista en expresión escrita
Emérito UCJC
(continuará)
La noche en la música. |
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