CORONACIÓN DEL MÉTODO REDACTA
PRIMER ENSAYO DEL
BACHILLER (V)
2. ESTUDIO DE LA NOCHE (II)
Estudio de la palabra que
nombra el
objeto del ensayo
(En la Lengua, la Historia,
el Teatro,
en las Bellas Artes: iconografía, mitología,
pintura,
escultura,
música…)
3. LA NOCHE EN LAS BELLAS
ARTES
Iconografía
Se suele representar la
NOCHE bajo la figura de una mujer cubierta de velos negros o que retiene entre
sus manos las puntas de su velo que agitan las brisas nocturnas. Así aparece en
las miniaturas de la Ilíada que se
guarda en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, siglo IV. Así en el Rollo de Josué. De Museo Vaticano y en
el Salterio griego de París, de la
Biblioteca Nacional gala.
También se la ha
representado con alas de murciélago, cubierta con velo y manto negros
desplegados, sembrados de estrellas. Va en un carro tirado por dos corceles
negros o por dos búhos. A veces la corona una media luna.
Mitología
En la mitología
grecorromana la NOCHE debió su carácter divino a la poesía y al arte, sin
conseguir nunca altares ni ser objeto de un culto popular. Según las modernas
concepciones de los mitólogos, el Eros primitivo de la cosmogonía griega no
produjo nada por sí mismo, pero en virtud de su acción todos los elementos y
todos los seres tienden a unirse, resultando de tal unión la vida. Bajo la
influencia de Eros, todas las cosas van a surgir de Caos y de Gea, del espacio
y de la materia terrestre. Del Caos nacen primero Erebos y la Noche, que
personifican la oscuridad primordial dividida en dos principios, uno masculino
y otro femenino.
En los tiempos homéricos
se presenta como la madre de la Muerte y del Sueño, llamándola Homero la que
rinde a los dioses y a los hombres, debiendo ser su influencia decisiva, pues
estando Júpiter en la mayor irritación, Juno llamó en su auxilio a la Noche,
conteniéndose desde aquel momento el padre de los dioeses, porque temió hacer
algo que le degradara (Ilíada XIV, 259ss).
Thanatos (Muerte) e Hypnos
(Sueño) son los dos hijos de la Noche. Refiriéndose a estos gemelos, dice la
Teogonía que son dioses sombríos, a los que el Sol no mira nunca, ni cuando se
pasea por el cielo ni en el momento de descender de las alturas celestes. Los
dos hermanos fueron representados en el célebre cofre de Cyselos, que menciona
Pausanias (V. 18,1).
La Noche aparece con los
rasgos de una mujer que lleva en la mano derecha un niño blanco dormido, y en la
izquierda un niño negro que parece que también duerme. El color blanco, que es
el de cadáver, designaba al primero como el dios de la muerte, y al segundo
como al dios nocturno del sueño.
Esquilo la hace madre de
las furias, y es el primero que habla del carro con el cual recorre el cielo,
de sus caballos negros y de su velo oscuro moteado de estrellas. Su acción
moral está caracterizada por el epíteto de cyphrone, la buena consejera,
equivalente a Nyx.
Eurípides acaba de
completar la personalidad divina de la Noche, haciendo alusión en sus dramas y
tragedias a sus atributos y a los diferentes momentos de su vida celeste.
Aristófanes repite muchas
de las imágenes de Eurípides, mientras en Las ranas invoca la divinidad de la
Noche, en los pájaros renuevas su genealogía, imitando a Hesíodo.
Los romanos limitaron en
este punto su actividad a traducir las concepciones de los poetas y de los
escultores helenos. En un poema órfico se concede a la Noche un cetro; Ovidio
la corona con adormideras, que hasta entonces se habían reservado para el sueño.
Virgilio la llama hunmida por
asimilación con la Aurora y otras deidades matinales. Los ramanos, sin embargo
tendieron a acentuar, en mayor proporción que los griegos el carácter aterrador
de las tinieblas nocturnas, asimilándolas a las que acompañan a la muerte y a
los infiernos, llamándola Ovidio curarum
máxima nutrix. En el propio Ovidio, en Virgilio (Eneida VI,263ss) y en
Horacio (Epod. V,51) la Noche preside,junto con Hécate, las operaciones de la
magia, colocándola en las regiones infernales. De los documentos procedentes de
la época clásica no puede deducirse que los griegos y los romanos elevaran
santuarios a las deidades que estudiamos.
Pintura
La adoración de los pastores. Pinturas del Barroco.
Nochebuena primera de la
Historia.
El nacimiento de Jesús
ocurre “en medio del silencio de la noche”. Los pastores, “festinantes”, corren
a adorarlo. La escena la vemos repetida en numerosos “chritmas” o navidales que
reproducen pinturas renacentistas o barrocas. Todas nos dejan una impresión de
misterio a través de una ternura, un asombro, un calor… el propio de la Noche
santa. ¿El claroscuro de parte de la pintura no habrá que ir a buscarlo
precisamente a estas “adoraciones” de la “Nochebuena”.
En 1640 el capitán Banning
Cocq encarga al pintor un retrato de grupo. Cada figurante paga cien florines.
Rembrandt les pinta como una milicia ciudadana en el momento de romper filas.
Rodea a sus personajes de una atmósfera nocturna, a la par, alegre y libre. El
paso del tiempo acentúa la oscuridad del cuadro. Sólo en el siglo XVIII se
empieza a llamar a esta pntura como “La ronda de noche”.
¿Es que la noche se presta
más que el día a una interpretación teatral
y barroca de las gentes? ¿La noche es el momento mejor para las máscaras
y disfraces?
¿Asomándonos a una
“pintura ligera, vaporosa, velada, discreta, que tinta de encanto los objetos
escondidos, que invita a buscar la hermosura de la moral y dota de gracia las
especulaciones de la conciencia, que, finalmente, nos llena de sentimiento, de
emoción, de inquietud y de plenitud, de imaginaciones y de ideales (Rembrandt,
Verhaeren, E: Nelson, Paris), nos estamos asomando también a una noche que tiene
esas características?
Martirio de San Lorenzo. Tiziano. El Escorial.
Primer nocturno de la
pintura del Tiziano y de todo el siglo XVI.
Dos versiones: una en la
iglesia de los jesuitas de Venecia y otra en el altar mayor del monasterio de
El Escorial.
Las brasas que arden bajo
la parrilla del santo diácono, las antorchas encendidas y la luz que rompe las
nubes del cielo dan calor a una noche de martirio dinámica, viva, humana,
grandiosa, fuerte.
Los fusilamientos del 3 de mayo. Francisco de Goya, 1814.
La luz de un farol da en
la camisa blanca de un villano. “Se yergue con los brazos en alto, velludo casi
negro, grotesco y sublime, monigote y arcángel, anónimo e inmortal” (Eugenio
d´Ors). Es el suyo un grito de rebeldía y de vida frente a un frío orden que
mata. Noche de cielo negro. La ciudad, al fondo, calla.
Noche sobre esta catedral.
El tiempo y la luz contra la materia. En eso consiste el impresionismo. Sale
ganando la noche. Gana atmósfera y poesía.
Noche estrellada. Van Gogh, 1889.
Noche de un artista
enajenado, genial.
El vértigo de las
estrellas devora la oscuridad de la noche. El pintor está recluido en un
hospital siquiátrico. Le subyuga lo nocturno y se refugia en la infinita
negrura de la noche que está pintando.
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Especialista en
expresión escrita.
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