EL ESPAÑOL EN AMÉRICA: CHILE
América se extiende más bien a lo
largo y poco a lo ancho. Podríamos decir que Chile es el último país del sur
del continente y Canadá el primero por el norte. La salud del español, hoy, en
Canadá, mejora a marchas forzadas. Un país en el que la primera y segunda
lengua eran el inglés y el francés y viceversa, ha vuelto sus ojos al español y
son muchos los colegios que ofrecen su enseñanza (y muchos los alumnos que la
escogen por encima del francés). En Chile, la salud es otra. Más de medio
milenio de uso del español no precisa de ningún esfuerzo educativo más allá del
mantenimiento y fortalecimiento de lo ya conseguido.
Comencemos con una sentencia
clarificadora: hoy, en 2017, se habla español en todo Chile. Existen lenguas
nativas en distintas zonas del país (por ejemplo, el mapudungún al sur), pero
incluso aquellas gentes saben hablar el español. Estas lenguas nativas, más
comunes en el sur, han ido consolidándose en los últimos años. En algunos
hospitales los carteles están escritos en los dos idiomas, español y la lengua
nativa de la zona.
El español de Chile ha recibido
influencias de estas lenguas nativas. Hoy, los chilenos llaman pichí a la orina y, por tanto, dicen
“voy a hacer pichí”. A la sartén le
llaman paila y nombran las algas con
un vocablo indígena que ha sido admitido por la RAE. La palabra cochayuyo, palabra originaria del norte
de Chile, se compone de dos palabras: cocha,
que viene del quechua Kocha (que
significa laguna) y yuyo, también del quechua yuyu (que significa hortaliza). ¿Qué será por tanto una hortaliza de laguna? Un alga
marina. Así nos lo define el DRAE:
1. m. Bol., Chile y Perú. Alga marina
comestible cuyo talo, en forma de cinta, puede alcanzar más de tres metros de
longitud y 20 cm de anchura.
El Chile de hoy emplea un español limitado,
como sucede en España, con un vocabulario sencillo. Las escuelas, con el mismo
estilo de vuelo de perdiz corto y pegado a la tierra que se da en España, no
favorecen el uso rico y diverso que ofrece nuestro idioma.
La mayor parte de las poblaciones de
Chile llevan nombres españoles y, como sucede en todos los países
hispanoamericanos, algunas ciudades y pueblos tienen su origen en ciudades y
pueblos de España: Linares, San Fernando, Santa Cruz, Santiago o La Serena.
El español no está en peligro en
Chile. Goza de buena salud. Otra cosa es que esa salud pudiera ser exultante y,
a día de hoy, debería mejorar empezando por la escuela.
JORGE
URDIALES YUSTE
Doctor en periodismo. Profesor de Lengua y Literatura
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