65. Diego Coca. Pliegos de condolencia

 

DIEGO COCA MORALES

+ 10 oct 2017

Que Dios es amor y consiste en amor nos lo dijo San Juan. Lo había visto claro en los ojos de su Maestro. Nuestro teólogo de AFDA nos lo ha explicado en el primero y nos lo va recordar en los ocho siguientes artículos del curso.

 

Nosotros lo hemos visto en el regalo que Dios nos hizo con Diego Coca. En su precioso y preciso “soneto del sentimiento” -véase Entradas- lo afirma Ángel Hernández por todos nosotros y dice verdad.

 

 

PLIEGOS DE CONDOLENCIAS

 

Habrán tenido prisa en el Cielo, pues que nos han arrebatado de pronto y sin el menor aviso a nuestro Diego Coca. El magisterio y estilo que profesamos nosotros fue en él pintura velazqueña, perenne sonrisa de alegre cristiano y brazos abiertos para todos. Era un regalo para todo el mundo, pero sobre todo para quienes lo teníamos cerca, como amigo.

Carlos Urdiales Recio 

 

Diego te has quedado, no te has ido. Precisamente este día hace 55 años celebramos juntos el inicio del Concilio. Gracias por todo... Tu simpatía, salero... Tu persona... La Salle te está felicitando por las siluetas que le hiciste. Un abrazo muy fuerte de

Aurora y José Fermín

 

Sí... ha sido inesperado... gocé mucho con multitud de sus cuadros...
Aplico la misa de hoy por su eterno descanso...

Gerardo Nieto

Seguirás pintando la inmensidad del universo, porque tú, mi Dieguito, naciste de polvo de estrellas.

Georgina Sánchez Torres

 

OTOÑO PRESENTIDO    …. “donde la paleta fue mi mente y mi color la palabra”

¡Diego, amigo!: Tú mismo, en esta orilla, escribiste: “Hoy los trigales de mis cuadros los siento trigo en mis labios, brotando alto y sereno y mis temas primaverales se han hecho versos jóvenes, surgidos, como los cuadros, del calor y la luz de muchos soles: mi esposa, mis hijos, nietos, hermanos, cien amigos, y el gran regalo del tiempo”. Ya se te ha acabado el regalo del tiempo que has convivido con nosotros, pero tu pintura, tu música y tu poesía se han quedado aquí… Es tu gran regalo. ¡Gracias por todo ello; te echaremos siempre de menos. Tu amigo de siempre. 

 

Auxencio

 

EL LEGADO DE DIEGO AL GRUPO AFDA. Diego se nos ha ido sin avisar, sin dejarnos darle un abrazo todos los amigos que le queríamos. Pero nos ha dejado un legado de valor incalculable en el grupo. Diego era un artista. Un artista con los pinceles, con las plumillas y con los colores. Un artista que amaba la belleza. Un artista porque sabía dar amistad. Un artista de estilo sencillo, gracioso y creativo. Un artista que sentía  la música y  era entrañable con sus amigos los músicos. Yo no sé qué elegir de su arco iris de valores. Me quedo con la alegría de haber sido su amigo, de haber convivido con él y con Eva en mi tierra. De comprobar que aquellos que le conocieron unos días, en mi pueblo, han sentido profundamente su ausencia. En nuestros corazones ha dejado un hueco profundo, pero pensamos que desde  el cielo nos mirará con cariño a todos, y si alguna noche clara y estrellada podemos ver que una estrella titila cuando la miramos, será sin duda, que Diego, complacido, nos manda desde arriba un mensaje de alegría y amistad.  

Carlos Alda

 

Diego fue uno de mis mejores amigos, desde el bachillerato.

                     Vicente González Pérez 

 

Acabo de llamar a Sevilla… y me sale al teléfono su hija Clara. Con voz entrecortada me dice la peor noticia que me podía esperar. Diego ha fallecido esta noche… Descanse en paz. Sabéis lo mucho que lo he querido.

Miguel Ángel Bernal, Godojos 

 

Lo siento mucho. Descanse en paz.

Antonio Montero

 

Chari –si pudiera recordar- y yo nos unimos al dolor de Eva, sus hijos, compañeros y amigos. Estamos en manos de nuestra naturaleza y de Dios. En Él está nuestra fuerza y nuestra esperanza.

Fernando Ruiz Aragón

 

Lo siento muchísimo. Era un buen amigo.

Puri

 

La última vez que lo vi fue en el homenaje a Carlos Urdiales, en Madrid. Siento esta inesperada muerte.

Antonio Montero

 

Que el Señor nos consuele a sus amigos, pero sobre todo a ti, Eva, y a tus hijos.  Candeli y yo os mandamos el consuelo de sentirnos unidos en estos momentos.

Telesforo

Estamos sobrecogidos por el dolor. Un abrazo muy fuerte para Eva y para todos los suyos.

Ángel Hernández

 

Nos unimos a vuestro dolor y queremos compartir con vosotros la tristeza de perder a un ser querido y gran amigo nuestro.

Gonzalo

 

Uno mi oración a la de todos, con la certeza de que Diego vive ya acogido en el regazo del Padre.

Salvador Egea

 

Adiós, Diego. Mi corazón, contigo y con los tuyos. No te veré en Plasencia.

Manuel Romero

 

Una vez más compartimos mismo dolor y fe, esta vez con ocasión del fallecimiento de Diego. Que su "marcha" a los brazos del Padre nos ayude a crecer en esperanza en el Resucitado.

 H. Tomás Muñoz

 

Elevamos a Dios nuestros mejores deseos y os acompañamos en vuestro dolor, a ti, Eva, y a tus hijos. Descanse en paz el amigo de todos, Diego Coca.

Goyo y Clara
 

Os acompañamos a ti y a tus hijos en estos momentos de tristeza.

Félix y Aurora

 

Él ya está salvado, Eva, tenlo por seguro. Mientras, los de La Salle queremos darte un cariñoso sentimiento que te ayude a sobrellevarlo.

Tomás

 

En el recuerdo... Diego sigue vivo.  Que él irradie luz y color, sobre todo en las tardes incoloras de nuestras vidas...

Teódulo

Canto a mi amigo Diego Coca.
     (El canto es un precioso fandango que nos ha puesto el alma en pie. Vedlo en el wasap de AFDA)

Martín Delgado Mariscal

                                                                                      

    EN MEMORIA DEL AMIGO PINTOR DIEGO COCA

 

¿Qué tenías que hacer, allá en el cielo,

mi efusivo pintor de vidas bellas

para que tan de prisa alzases vuelo

sobre las nubes, sobre las estrellas?

¿No sabes que nos dejas compungidos

y con hondo mirar en la mirada?

Miramos hacia Arriba… ¡y qué bandada

de ángeles vemos en torno a ti unidos!

Éramos carne y uña, Diego Coca.

Ahora a mí la peor parte me toca.

La tierra es una oscura residencia.

La luz ya es solo tuya. Yo lo sé.

Espérame en el cielo. Espérame.

Aún tengo que abusar de tu paciencia.

 

                                                  Apuleyo Soto