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70. El juego de las teselas (7)


EL JUEGO DE LAS TESELAS 7


¿Y si les damos a nuestros alumnos
 un puñado de teselas de la Historia de España 
con las que componer inicialmente 
el real mosaico de su piel de toro?
7 APRENDIZ Y MAESTRÍA


Cada vez que encuentro un buen aprendiz, en un oficio cualquiera, se me van solas las manos al apretón. “¡Bravo, muchacho! -me viene gana de decirle-. ¡Bravo, amigo gentil! He aquí que tú te preparas larga, laboriosa, obstinadamente a una competencia. Cualquier competencia es una manera de distinción, porque te hace, en un orden determinado de funciones, superior y distinto de Los demás. Cualquier profesión es una aristocracia. Tú, amigo aprendiz, cuando alcances la maestría en tu oficio, te convertirás con eso en un aristócrata. Más aristócrata que el señor ministro de Fomento, pongo por caso. Porque el señor ministro de Fomento no ha tenido para el trabajo que hoy se le encomienda, ninguna técnica preparación: es un recién llegado, un advenedizo.

El mal de las modernas democracias no es tanto que en ellas no esté representado el espíritu de los marqueses, como que no lo esté el espíritu de los encuadernadores, de los alfareros, de los herreros, de los médicos, de los curtidores, de los artistas, de los maestros de escuela, de los maestros sastres y de los maestros plateros.

EUGENIO D´ORS, Aprendizaje y heroísmo



1 comentario:

  1. El juego de las teselas: aprendiz y maestría
    Qué buena reflexión de Eugenio d’Ors, y qué gran lección para una sociedad en la que muchas veces se coge el timón por encargo o por medrar, sin saber trasluchar ni sortear los vientos.

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