Noticia 1
5
de marzo
Fue
profesor de muchos de nosotros. Salió de mañana a comprar el pan
nuestro de cada día y un paro cardíaco se lo llevó a partirlo en
el Cielo con quienes nos “enseñaron la justicia y brillan como
estrellas en perpetuas eternidades”, profesores nuestros,
compañeros suyos. Por él y por ellos: Et lux perpetua luceat eis!
Funeral, el 19 de mayo, a las 19 h, en el Colegio Maravillas, Madrid.
Funeral, el 19 de mayo, a las 19 h, en el Colegio Maravillas, Madrid.
Noticia
2
FALLECE EL HERMANO MAYOR DE TEÓDULO
12 de marzo
FALLECE EL HERMANO MAYOR DE TEÓDULO
12 de marzo
Larga
carrera, como la del Apóstol de las Gentes; larga también en años,
93, próximo a los 94, nos dice su hermano. A su ruego, elevamos
nuestra oración al Cielo para que Dios le corone con la paulina
corona de justicia. Para Teódulo, nuestro abrazo más entrañable.
Requiem aeternam dona ei, Domine!
Noticia 3
Requiem aeternam dona ei, Domine!
Noticia 3
NOS
DEJA TAMBIÉN ANTONIO, EL HERMANO MAYOR DE ÁNGEL HERNÁNDEZ
14
de marzo
De
todo hacemos oración porque vivimos en su presencia,
andamos pegados a Él, cuanto hacemos le habla con nuestras palabras
y nuestros hechos. Leemos el poema de Ángel y sus versos son nuestro
particular salmo oración De profundis por Antonio.
A MI QUERIDO HERMANO
ANTONIO,
EN SENTIDO HOMENAJE
EN SENTIDO HOMENAJE
Naciste,
querido hermano Antonio,
en un tiempo difícil: el año treinta y seis,...
en la España convulsa, atormentada,
empeñada en un enfrentamiento fratricida
que nunca debió tener lugar,
y que con buen criterio nuestros padres
procuraron hacernos olvidar.
Nuestros padres tuvieron la alegría
de ver que un primer vástago,
de los cuatro que habrían de llegar,
le brotaba, tan sano y vigoroso,
al árbol que acababan de plantar:
una familia humilde, sin grandes pretensiones,
pero llena de amor y dignidad.
Un árbol que gozoso crecería,
que hoy es grande y frondoso,
que con fecunda savia
a muchos nuevos brotes alimenta
y habrá de alimentar.
Del abrazo con Conchi, inseparable compañera,
a la que hoy, tras un último esfuerzo,
en el cielo consigues abrazar,
alumbraron tus hijos, les siguieron tus nietos,
y un pequeño biznieto
que muy pronto a quien fue su bisabuelo
llegará a conocer y respetar.
Porque mereces todos los respetos:
por tu constante, mantenido esfuerzo,
por tu talante abierto y cariñoso,
por tu semblante afable, tu generosidad,
tu apoyo permanente y decidido,
tu sentido de honor y de lealtad…
Gracias, hermano, por el ejemplo que nos diste.
Ahora estás con tu esposa, con tus padres,
con quienes en el árbol algún día nacieron,
que en brotar y crecer nos precedieron,
que con honra murieron
y que no dudaremos en honrar.
Para todos, un beso y un abrazo.
Sigues Antonio, vivo en el recuerdo;
fuiste tan entrañable, tan cercano,
que jamás te podremos olvidar.
Échanos una mano desde el cielo,
que no en vano serás siempre el mayor
y a los pequeños tienes que ayudar.
en un tiempo difícil: el año treinta y seis,...
en la España convulsa, atormentada,
empeñada en un enfrentamiento fratricida
que nunca debió tener lugar,
y que con buen criterio nuestros padres
procuraron hacernos olvidar.
Nuestros padres tuvieron la alegría
de ver que un primer vástago,
de los cuatro que habrían de llegar,
le brotaba, tan sano y vigoroso,
al árbol que acababan de plantar:
una familia humilde, sin grandes pretensiones,
pero llena de amor y dignidad.
Un árbol que gozoso crecería,
que hoy es grande y frondoso,
que con fecunda savia
a muchos nuevos brotes alimenta
y habrá de alimentar.
Del abrazo con Conchi, inseparable compañera,
a la que hoy, tras un último esfuerzo,
en el cielo consigues abrazar,
alumbraron tus hijos, les siguieron tus nietos,
y un pequeño biznieto
que muy pronto a quien fue su bisabuelo
llegará a conocer y respetar.
Porque mereces todos los respetos:
por tu constante, mantenido esfuerzo,
por tu talante abierto y cariñoso,
por tu semblante afable, tu generosidad,
tu apoyo permanente y decidido,
tu sentido de honor y de lealtad…
Gracias, hermano, por el ejemplo que nos diste.
Ahora estás con tu esposa, con tus padres,
con quienes en el árbol algún día nacieron,
que en brotar y crecer nos precedieron,
que con honra murieron
y que no dudaremos en honrar.
Para todos, un beso y un abrazo.
Sigues Antonio, vivo en el recuerdo;
fuiste tan entrañable, tan cercano,
que jamás te podremos olvidar.
Échanos una mano desde el cielo,
que no en vano serás siempre el mayor
y a los pequeños tienes que ayudar.
Nota
bene
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