Acabamos de celebrar solemnemente la Semana Santa y quizá hayamos cantado o escuchado el majestuoso “Aleluya” de Händel, perteneciente a su oratorio “El Mesías”. Resonancias tanto Navideñas como de Pasión y Resurrección, pero que sin embargo es todo un compendio de la vida de Jesús (El Mesías). Me llegan recuerdos de cuando la cantaba la Escolanía de Griñón o de cuando participé con un gran coro y orquesta en el Auditorio de Madrid. ¡Excelsa exaltación de alegría por el Nacimiento y la Resurrección del Mesías! Conozcamos mejor esta gran obra religioso-musical.
ni vestuario,
ni decorados.
Compuesto generalmente para voces solistas, coro y orquesta
sinfónica,
a veces con un narrador.
(historias
bíblicas, de la vida de Jesús,
vidas de santos,
etc..). Generalmente consta de coros, arias, recitativos y
pasajes instrumentales.
Händel
compuso la obra en Londres, en apenas tres semanas. Aunque
tradicionalmente asociado con la Navidad,
este oratorio trata no sólo del nacimiento de Jesús
de Nazaret,
sino de toda su vida. Unos meses después de ser compuesta, la obra
se estrenó en Irlanda, durante un viaje de Händel; pero el gran
estreno no llegó hasta 1742, en el New Music Hall de Dublín para un
concierto benéfico. Según la tradición fue compuesto debido a una
inspiración divina , tras un largo período de escasez en la
producción musical del autor. Su coro más famoso es el
majestuoso "Aleluya”. Este oratorio fue representado en
el Covent
Garden y
dirigido por Händel todos los años en la época de Pascua hasta
el día de su muerte.
EL LIBRETO Y SU ESTRUCTURA
EL LIBRETO Y SU ESTRUCTURA
El libreto fue compilado
por Charles
Jenens y
consiste en fragmentos de versículos de la Biblia
del rey Jacobo
-traducción de la
Biblia al inglés autorizada en 1611 por el rey Jacobo-.
Jennes concibió la obra más como una ópera
de
tres actos que como un oratorio, en el que cada parte consta de de
varias escenas.
Parte I
La
primera sección se basa en el Libro
de Isaías,
que profetiza la venida del Mesías,
y tiene por tema el Adviento
y
la Navidad.
I
El Nacimiento
I. –
La profecía de la Salvación
II. –
La profecía de la llegada del Mesías
III. –
Anuncios al mundo en general
IV. –
Profecía del nacimiento virginal
V. –
La Aparición del Ángel a los pastores
VI. –
Los Milagros de Jesucristo
Parte
II
El
resto de la segunda sección se compone de las profecías de Isaías y
citas de los evangelistas.
Se refiere a la Pasión, la Resurrección y la Ascensión y finaliza
con el «Aleluya», con coro, trompetas y timbales.
II
La Pasión
I – El sacrificio, la
flagelación y la agonía en la cruz
II – Muerte, descenso a los
Infiernos y Resurrección
III – La Ascensión
IV – Dios revela su
identidad en el Cielo
V – El comienzo de la
predicación del Evangelio
VI – El mundo y sus
dirigentes rechazan el Evangelio
VII – El triunfo de Dios
Parte III
En
la tercera parte se relata la victoria de Cristo ante la muerte, el
Juicio final y la palabra "Amén", que corona la obra.
Incluye una cita de Job:
"Yo sé que mi Redentor vive", y el resto proviene
principalmente de la Primera
Carta a los Corintios de San
Pablo.
Los coros finales (Worthy
is the Lamb that was slain y Amen)
están tomados del Apocalipsis.
III
– Las consecuencias
I – La promesa de la
Redención desde la caída de Adán
II – El día del Juicio
Final
IV – La glorificación de
Cristo
V - Amén
L A
P A R T I T U R A
Exceptuando
la sinfonía inicial,
a modo de obertura o introducción, y la "Pifa", que
celebra el nacimiento de Cristo, ambas para orquesta, la obra es una
sucesión de arias con
algún arioso y algún dúo, recitativos y coros.
El Mesías presenta
préstamos de otras obras anteriores del propio compositor. En
especial se pueden encontrar cuatro de los coros más famosos de la
obra en los movimientos iniciales y finales de dos cantatas
italianas.
Otra
particularidad de esta obra es que no responde al esquema del
oratorio más típico de Händel. El
Mesías es más
bien una colección de tres cantatas con textos poéticos y
narrativos, pero no dramáticos, lo cual es totalmente atípico en
autor.
“EL MESÍAS”, ¿UNA COMPOSICIÓN MILAGROSA?
El
padre, que era médico en el distrito de Halle en Sajonia, se casó
por segunda vez a los 60 años, y Georg Fridrich nació de ese
matrimonio. Aunque el joven Händel mostró un excepcional talento
musical, y tocaba el órgano a la edad de siete años, su padre
quería que fuera abogado. Pocos años después de la muerte de su
padre, Händel se dedicó de tiempo completo a la música. En Italia
escribió sus primeras óperas y en 1710 viajó a Londres, y lo que
al principio se suponía que sería una visita corta se convirtió en
una residencia de por vida.
Primera página de la
partitura elaborada manualmente por el H. Bienvenido Félix el 18 de
enero de 1960, para cuatro voces mixtas
José
Carlos Bermejo escribió
un artículo titulado “El Mesías, el
Milagro de Häendel”
y explica las vicisitudes por las que pasó el
compositor:
"El
proceso creador guarda una infinidad de misterios. Cómo
compuso Georg
Friedrich Händel,
con 51 años, una de sus mejores obras, El
Mesías,
es un caso que guarda muchas curiosidades.
"Todo comienza una tarde de
abril de 1737, en el domicilio del compositor en Londres. Un
estruendo retumbó en el hogar. El criado de Häendel
corrió para averiguar qué había sucedido. Pronto encontró al
corpulento músico, tendido en el suelo. Solo pudo escuchar un leve
quejido. Estaba tirado de espaldas, con los ojos abiertos, con la
mirada fija. El criado culpaba de esa repentina enfermedad a todos
aquellos que rodeaban a Häendel,
y que le “daban
mala vida“
día tras día sometiéndole a grandes presiones. Presiones que
provenían de los cantantes, de la crítica, además de las deudas
que debía soportar… El doctor llevó a la práctica la usual
sangría de la época. Pinchó en el brazo de Häendel y
pronto recobró el sentido. Sin embargo, el dictamen del doctor era
inapelable. El compositor padecía una apoplejía: la parte derecha
de su cuerpo estaba paralizada.
"El problema residía en que
el ataque, tal y como diagnosticaba Jenkins, había afectado su
cerebro. No había garantías de recuperación. Le recomendaron tomar
baños calientes en Aquisgrán, otra de las recomendaciones de la
medicina de la época.
"Una semana después, la
mejoría llegó. Contra pronóstico, Häendel comenzó
a moverse y en dos semanas ya tenía movilidad en el brazo derecho.
Fue así que cuando se preparaba para abandonar Aquisgrán, el
compositor, en un paseo por la ciudad, se detuvo frente a la puerta
de una iglesia, penetró en el edificio y buscó el órgano.
"Sus dedos se deslizaron por
las teclas con parecido prodigio a como lo había hecho antes, antes
de que el genio cayera en la enfermedad. Häendel estaba curado,
completamente, ante la admiración de su médico.
"Sin embargo, el invierno
que llega, torna los acontecimientos. El frío
crudo que
se ha instalado en Londres hace que las
salas de conciertos cierren,
las deudas del
maestro crezcan y casi al borde del colapso económico, solo
un concierto benéfico consigue que Häendel eluda la
cárcel.
"Las deudas le persiguen….
Pero una noche, al llegar a casa Häendel
se encontró con un sobre encima de su mesa de
trabajo. En el remite aparecía el nombre Charles
Jennens,
el poeta
que había compuesto el Saúl
y el Israel en Egipto al
que el compositor dio vida musical. El sobre contenía un nuevo
oratorio bajo el título “El
Mesías“.
Häendel dudó pues los últimos oratorios habían sido un fracaso;
por contra, un hálito de esperanza se forjó en su percepción,
sobre todo cuando comenzó a leer el texto. Aquellas palabras pronto
comenzaron a tomar forma. Olvidando las penurias, el compositor se
centró en el texto, y no abandonó su estudio en tres semanas
consecutivas. Escribía, tocaba su clavicordio y, como reconocería
después, nunca había sentido una fuerza creadora como aquella.
Justo cuando concluyó la obra, sus sentidos volvieron a zozobrar.
"Una mañana, el
fiel criado,
con cierto temor llamó a la puerta del maestro, pero
éste no contestó.
Frío, sobre la cama, de nuevo con la mirada fija sobre la
nada, Häendel reposaba
ajeno al mundo de los vivos. Parecía que, de nuevo, una aplopejía,
quizá producto del cansancio
creador,
se había apoderado del compositor. Bastantes horas después de
que Häendel permaneciera
en ese estado catatónico, Jenkins, el doctor, fue localizado.
"Cuando llegó al hogar,
dispuesto a realizar una
nueva sangría,
el criado salió a su encuentro. Medio aturdido, avisó al doctor de
que se
había producido algo parecido a un milagro.
De repente, Häendel se
había incorporado, había solicitado comida y bebida. Tal es así
que el doctor le encontró bebiendo cerveza y comiendo jamón."
“El
Mesías”
fue un éxito. Nunca antes se había reunido tanto público (700
personas) para contemplar un estreno. Häendel nunca cobró dinero
alguno por esta obra. “Será
siempre para los enfermos y para los presos, pues he sido un enfermo
y con ella me he curado; y fui un preso, y ella me liberó“.
En el estreno londinense de
“El Mesías”, este se interpreta en un teatro y hay que
cambiarle el título de forma provisional por Sacred
drama. Justo a la
hora de comenzar el célebre fragmento de la segunda parte, el rey
Jorge II se pone en pie. Unos dicen que se confundió tomándolo por
un himno mientras que otros dicen que lo hizo emocionado. Los
presentes imitan al rey y el compositor sale por la puerta grande.
Händel, que dirigió su
Mesías hasta su muerte, quedó ciego siete años antes de morir.
A comienzos de abril de 1759,
terminado el concierto, se desmayó y fue llevado a su casa, donde se
le acostó y más tarde falleció. Fue sepultado en la abadía
de Westminster.
A
los 25 años de su muerte se llevó a cabo una representación
conmemorativa de El
Mesías,
que incluyó la fabulosa cantidad de 95 violines, 26 violas, 21
cellos, 20 oboes, 12 trompetas, 4 juegos de timbales y un coro
compuesto por 257 voces.
AUDICIÓN de las corales más llamativas:
ALELUYA
https://youtu.be/rMDRopXHfaY
For unto us a
child is born https://youtu.be/MS3vpAWW2Zc
He trusted in
God https://youtu.be/omTI6q4vVwg
INDAGADO
EN Estudios y Artículos de
José Carlos Bermejo
Spencer J. Condie
Manuel Tena……………….. Estudio acerca
de El Mesías de Händel
Buceo por Internet
AUXENCIO
MUÑOZ ACEBES
Maestro, catedrático de Lengua y Literatura
Organista
Maestro, catedrático de Lengua y Literatura
Organista
El “Mesías “de Hendel (Auxencio)
ResponderEliminarVerdadero despliegue de erudición musical, excelente bocado para melómanos. Muy bien trabajado y presentado, como es habitual en las colaboraciones que nos ofrece nuestro amigo Auxencio.