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70. El Mesías. Händel

              


Acabamos de celebrar solemnemente la Semana Santa y quizá hayamos cantado o escuchado el majestuoso “Aleluya” de Händel, perteneciente a su oratorio “El Mesías”. Resonancias tanto Navideñas como de Pasión y Resurrección, pero que sin embargo es todo un compendio de la vida de Jesús (El Mesías). Me llegan recuerdos de cuando la cantaba la Escolanía de Griñón o de cuando participé con un gran coro y orquesta en el Auditorio de Madrid. ¡Excelsa exaltación de alegría por el Nacimiento y la Resurrección del Mesías! Conozcamos mejor esta gran obra religioso-musical.
El Mesías HWV 56 es un oratorio compuesto por Georg Friedrich Händel en 1741.

El oratorio es un género musical sin puesta en escena,
ni vestuario, ni decorados. Compuesto generalmente para voces solistascoro y orquesta sinfónica, a veces con un narrador.
Su tema es frecuentemente religioso 
(historias bíblicas, de la vida de Jesús, vidas de santos, etc..). Generalmente consta de corosariasrecitativos y pasajes instrumentales.
 
La música de  El Mesías  se arraiga en las antiguas pasiones y cantatas alemanas.
Händel compuso la obra en Londres, en apenas tres semanas. Aunque tradicionalmente asociado con la Navidad, este oratorio trata no sólo del nacimiento de Jesús de Nazaret, sino de toda su vida. Unos meses después de ser compuesta, la obra se estrenó en Irlanda, durante un viaje de Händel; pero el gran estreno no llegó hasta 1742, en el New Music Hall de Dublín para un concierto benéfico. Según la tradición fue compuesto debido a una inspiración divina , tras un largo período de escasez en la producción musical del autor.  Su coro más famoso es el majestuoso "Aleluya”. Este oratorio fue representado en el Covent Garden y dirigido por Händel todos los años en la época de Pascua hasta el día de su muerte.



EL LIBRETO Y SU ESTRUCTURA
El libreto fue compilado por Charles Jenens y consiste en fragmentos de versículos de la Biblia del rey Jacobo -traducción de la Biblia al inglés autorizada en 1611 por el rey Jacobo-. Jennes concibió la obra más como una ópera de tres actos que como un oratorio, en el que cada parte consta de de varias escenas.
          La mayor parte del libreto procede del Antiguo Testamento.

Parte I

La primera sección se basa en el Libro de Isaías, que profetiza la venida del Mesías, y tiene por tema el Adviento y la Navidad.
I. – La profecía de la Salvación
II. – La profecía de la llegada del Mesías
III. – Anuncios al mundo en general
IV. – Profecía del nacimiento virginal
V. – La Aparición del Ángel a los pastores
VI. – Los Milagros de Jesucristo
Parte II
El resto de la segunda sección se compone de las profecías de Isaías y citas de los evangelistas. Se refiere a la Pasión, la Resurrección y la Ascensión y finaliza con el «Aleluya», con coro, trompetas y timbales.
II La Pasión
I – El sacrificio, la flagelación y la agonía en la cruz
II – Muerte, descenso a los Infiernos y Resurrección
III – La Ascensión
IV – Dios revela su identidad en el Cielo
V – El comienzo de la predicación del Evangelio
VI – El mundo y sus dirigentes rechazan el Evangelio
VII – El triunfo de Dios

Parte III

En la tercera parte se relata la victoria de Cristo ante la muerte, el Juicio final y la palabra "Amén", que corona la obra. Incluye una cita de Job: "Yo sé que mi Redentor vive", y el resto proviene principalmente de la Primera Carta a los Corintios de San Pablo. Los coros finales (Worthy is the Lamb that was slain y Amen) están tomados del Apocalipsis.
III – Las consecuencias
I – La promesa de la Redención desde la caída de Adán
II – El día del Juicio Final
III – La victoria sobre la Muerte y el Pecado
IV – La glorificación de Cristo
V - Amén


L A  P A R T I T U R A

Exceptuando la sinfonía inicial, a modo de obertura o introducción, y la "Pifa", que celebra el nacimiento de Cristo, ambas para orquesta, la obra es una sucesión de arias con algún arioso y algún dúorecitativos y coros.
El Mesías presenta préstamos de otras obras anteriores del propio compositor. En especial se pueden encontrar cuatro de los coros más famosos de la obra en los movimientos iniciales y finales de dos cantatas italianas.
Otra particularidad de esta obra es que no responde al esquema del oratorio más típico de Händel. El Mesías es más bien una colección de tres cantatas con textos poéticos y narrativos, pero no dramáticos, lo cual es totalmente atípico en autor.


EL MESÍAS”, ¿UNA COMPOSICIÓN MILAGROSA?
El padre, que era médico en el distrito de Halle en Sajonia, se casó por segunda vez a los 60 años, y Georg Fridrich nació de ese matrimonio. Aunque el joven Händel mostró un excepcional talento musical, y tocaba el órgano a la edad de siete años, su padre quería que fuera abogado. Pocos años después de la muerte de su padre, Händel se dedicó de tiempo completo a la música. En Italia escribió sus primeras óperas y en 1710 viajó a Londres, y lo que al principio se suponía que sería una visita corta se convirtió en una residencia de por vida.
Primera página de la partitura elaborada manualmente por el H. Bienvenido Félix el 18 de enero de 1960, para cuatro voces mixtas
José Carlos Bermejo escribió
un artículo titulado “El Mesías, el Milagro de Häendel”
y explica las vicisitudes por las que pasó el compositor:

"El proceso creador guarda una infinidad de misterios. Cómo compuso Georg Friedrich Händel, con 51 años, una de sus mejores obras, El Mesías, es un caso que guarda muchas curiosidades.
"Todo comienza una tarde de abril de 1737, en el domicilio del compositor en Londres. Un estruendo retumbó en el hogar. El criado de Häendel corrió para averiguar qué había sucedido. Pronto encontró al corpulento músico, tendido en el suelo. Solo pudo escuchar un leve quejido. Estaba tirado de espaldas, con los ojos abiertos, con la mirada fija. El criado culpaba de esa repentina enfermedad a todos aquellos que rodeaban a Häendel, y que le “daban mala vida“ día tras día sometiéndole a grandes presiones. Presiones que provenían de los cantantes, de la crítica, además de las deudas que debía soportar… El doctor llevó a la práctica la usual sangría de la época. Pinchó en el brazo de Häendel y pronto recobró el sentido. Sin embargo, el dictamen del doctor era inapelable. El compositor padecía una apoplejía: la parte derecha de su cuerpo estaba paralizada.
"El problema residía en que el ataque, tal y como diagnosticaba Jenkins, había afectado su cerebro. No había garantías de recuperación. Le recomendaron tomar baños calientes en Aquisgrán, otra de las recomendaciones de la medicina de la época.
"Una semana después, la mejoría llegó. Contra pronóstico, Häendel comenzó a moverse y en dos semanas ya tenía movilidad en el brazo derecho. Fue así que cuando se preparaba para abandonar Aquisgrán, el compositor, en un paseo por la ciudad, se detuvo frente a la puerta de una iglesia, penetró en el edificio y buscó el órgano.
"Sus dedos se deslizaron por las teclas con parecido prodigio a como lo había hecho antes, antes de que el genio cayera en la enfermedad. Häendel estaba curado, completamente, ante la admiración de su médico.
"Sin embargo, el invierno que llega, torna los acontecimientos. El frío crudo que se ha instalado en Londres hace que las salas de conciertos cierren, las deudas del maestro crezcan y casi al borde del colapso económico, solo un concierto benéfico consigue que Häendel eluda la cárcel.
"Las deudas le persiguen…. Pero una noche, al llegar a casa Häendel se encontró con un sobre encima de su mesa de trabajo. En el remite aparecía el nombre Charles Jennens, el poeta que había compuesto el Saúl y el Israel en Egipto al que el compositor dio vida musical. El sobre contenía un nuevo oratorio bajo el título “El Mesías“. Häendel dudó pues los últimos oratorios habían sido un fracaso; por contra, un hálito de esperanza se forjó en su percepción, sobre todo cuando comenzó a leer el texto. Aquellas palabras pronto comenzaron a tomar forma. Olvidando las penurias, el compositor se centró en el texto, y no abandonó su estudio en tres semanas consecutivas. Escribía, tocaba su clavicordio y, como reconocería después, nunca había sentido una fuerza creadora como aquella. Justo cuando concluyó la obra, sus sentidos volvieron a zozobrar.
"Una mañana, el fiel criado, con cierto temor llamó a la puerta del maestro, pero éste no contestó. Frío, sobre la cama, de nuevo con la mirada fija sobre la nada, Häendel reposaba ajeno al mundo de los vivos. Parecía que, de nuevo, una aplopejía, quizá producto del cansancio creador, se había apoderado del compositor. Bastantes horas después de que Häendel permaneciera en ese estado catatónico, Jenkins, el doctor, fue localizado.
"Cuando llegó al hogar, dispuesto a realizar una nueva sangría, el criado salió a su encuentro. Medio aturdido, avisó al doctor de que se había producido algo parecido a un milagro. De repente, Häendel se había incorporado, había solicitado comida y bebida. Tal es así que el doctor le encontró bebiendo cerveza y comiendo jamón."



           “El Mesías” fue un éxito. Nunca antes se había reunido tanto público (700 personas) para contemplar un estreno. Häendel nunca cobró dinero alguno por esta obra. “Será siempre para los enfermos y para los presos, pues he sido un enfermo y con ella me he curado; y fui un preso, y ella me liberó“.
En el estreno londinense de “El Mesías”, este  se interpreta en un teatro y hay que cambiarle el título de forma provisional por Sacred drama. Justo a la hora de comenzar el célebre fragmento de la segunda parte, el rey Jorge II se pone en pie. Unos dicen que se confundió tomándolo por un himno mientras que otros dicen que lo hizo emocionado.  Los presentes imitan al rey y el compositor sale por la puerta grande. 
Händel, que dirigió su Mesías hasta su muerte, quedó ciego siete años antes de morir.
A comienzos de abril de 1759, terminado el concierto, se desmayó y fue llevado a su casa, donde se le acostó y más tarde falleció.  Fue sepultado en la abadía de Westminster.
 
               A los 25 años de su muerte se llevó a cabo una representación conmemorativa de El Mesías, que incluyó la fabulosa cantidad de 95 violines, 26 violas, 21 cellos, 20 oboes, 12 trompetas, 4 juegos de timbales y un coro compuesto por 257 voces.



AUDICIÓN de las corales más llamativas:

For unto us a child is born https://youtu.be/MS3vpAWW2Zc
He trusted in God https://youtu.be/omTI6q4vVwg
The lord gave the Word https://youtu.be/V_FxKawrkwQ
Worthy is the lamb that was slain y Amen https://youtu.be/ngSsaSimi8A
ORATORIO COMPLETO por el Coro Mormón https://youtu.be/7KwWbW7ObPU
INDAGADO EN Estudios y Artículos de
José Carlos Bermejo
Spencer J. Condie
Manuel Tena……………….. Estudio acerca de El Mesías de Händel
Buceo por Internet

AUXENCIO MUÑOZ ACEBES

Maestro, catedrático de Lengua y Literatura

Organista













1 comentario:

  1. El “Mesías “de Hendel (Auxencio)
    Verdadero despliegue de erudición musical, excelente bocado para melómanos. Muy bien trabajado y presentado, como es habitual en las colaboraciones que nos ofrece nuestro amigo Auxencio.

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