PRIMER ENSAYO DEL BACHILLER (VI)
Como ejemplo: LA NOCHE
2. ESTUDIO DE LA NOCHE (III)
Estudio de la palabra que
nombra el objeto del ensayo
(En la Lengua, la Historia,
el Teatro, en las Bellas Artes: iconografía, mitología, pintura, escultura,
música…)
Escultura
La noche de Miguel Ángel
En el mausoleo de los
Médicis, en Florencia, están los sarcófagos y las estatuas de Julián y de
Lorenzo, obra de Miguel Ángel. Sobre los sarcófagos hay, en cada uno, dos
famosísimas estatuas alegóricas: la Noche y el Día en la tumba de Julián, el
Crepúsculo y la Aurora en la de Lorenzo. La Noche y la Aurora son mujeres. El
Crepúsculo y el Día, hombres. La Noche esta recostada con suavidad, es fuerte y
esta distendida. La Aurora se despierta, el Crepúsculo se adormece con tristeza.
El Día es vigoroso y está sin terminar.
4. LA NOCHE EN LA MÚSICA
Nocturno
Pieza de música vocal o
instrumental, de melodía dulce, propia para recordar los sentimientos apacibles
de una noche tranquila.
Serenata en la que se
canta o se tocan composiciones de carácter sentimental.
Frederick Chopin
“Lo más hondo de su música
está en los nocturnos, breves
composiciones pianísticas para las cuales se inspira en la melancolía de los
paisajes a la luz de la luna como trasunto de la melancolía interior” (Música y sociedad, J. Torres, Gallego y
Álvarez, Real Musical, 1976).
En Chopin hay que distinguir
dos tipos de nocturnos: uno, extenso, con una parte central animada y
dramática. Esta última estructura dio al nocturno su forma definitiva. Es fácil
adivinar la razón de los “agitatos”. Chopin quería levantar una obra que corría
el peligro de resultar empalagosa y a la vez crear un contraste violento antes
de volver a un canto angélico o excesivamente cargado de melancolía. Algunos de
estos “agitatos” alcanzan un carácter heroico, como, por ejemplo, el Nocturno
en do menor op. 48, o sobriamente dramático como el Nocturno en fa mayor op.
15. En cuanto a la riqueza armónica es a la vez suntuosa y llena de audacias.
Así, en el “Nocturno en do sostenido bemol, op. 27, una sucesión de semitonos
(mi, mi sostenido, fa sostenido) crea un equívoco tonal muy nuevo y hace que a
un sentimiento de agonía se suceda un rayo de esperanza” (Chopin, André
Larague, Espasa-Calpe, 1988.
Claude Debussy
“Especialmente en su
producción pianística se vale de la sugestión,
mediante la cual alude a timbres y produce sensaciones a base de un hábil
dominio del teclado… En este aspecto, los tres Nocturnos no son en modo alguno música descriptiva, sino producto
de una interiorización de la naturaleza, de una forma particular de contemplar
el paisaje.
“El título de Nocturnos
quiere tomar aquí un sentido mñas general y, sobre todo, más decorativo. No se
trata, pues, de la forma habitual de nocturno, sino de todo lo que esa palabra contiene
de impresiones y de luces especiales. Nubes:
es el aspecto inmutable del cielo con la marcha lenta y melancólica de las
nubes, terminando en una agonía gris, suavemente teñida de blanco. Fiestas: es el movimiento, el ritmo
danzante de la atmósfera co reflejo de luz brusca; es también el episodio de un
cortejo (visión deslumbrante y quimérica) cruzando por la fiesta fundiéndose
con ella, aunque el fondo permanece, se obstina y es siempre la fiesta y su
mezcla de música y polvo luminoso participa en un ritmo total. Sirenas: es el mar y su ritmo insuperable;
luego, entre las olas plateadas por la luna, se oye, ríe y pasa el misterioso
canto de las sirenas”. (Comentario de C.
Debussy para el estreno de sus Nocturnos”. Música y Sociedad. Torres, Gallego y
Álvarez. Real Musical, 1976)
3. REDACIÓN FINAL
Hasta este punto el primer
ensayo del bachiller ha sido un estudio-meditación sobre La Noche en tres
partes.
En la primera el alumno, quizá sugerido por sus profesores, dio
con un documento de primera calidad sobre el tema de La Noche: las liras de
Fray Luis d León sobre La noche serena.
Realizó un estudio a fondo del poema y de su autor. Y, por ver otros enfoques
poéticos de la noche, seleccionó y manejó un buen número de poemas de clásicos
de la literatura.
En la segunda parte examinó las palabras y el vocabulario que
nombran el tema y las expresiones culturales “crestas” que ha acertado la
Humanidad a crear a través del tiempo.
Se puede llegar a pensar
que la tercera parte del trabajo, la
redacción personal del alumno, es de mayor interés que el resto del este ensayo
primero. Pero solamente ocurrirá esto si se levanta sobre los materiales
seriamente seleccionados, primero, y examinados con detenimiento y reflexión en
las etapas precedentes.
El alumno en la
meditación-estudio monográfico no cruza como un dardo hacia la meta gloriosa de
su ejercicio final, fijos los ojos en esa tarea de cierre. Su trabajo, desde el
inicio a la terminación ha de ser moroso, contemplativo, carecer de prisas. Ha
de vivir cada momento, hacer suyas las intuiciones felices de los grandes
artistas que acertaron a expresar el tema considerado. Y esto hasta jugar
–llagado a un suficiente dominio- con los elementos que lo integran y aun
aquellos que lo rodean y acompañan. Solo entonces estará preparado para la fase
final, la que corone su trabajo, la redacción personal.
En ella no se le pide el
esfuerzo de una síntesis informativa (lo que reduciría el trabajo a una sola
dimensión, intelectual) sino la expresión escrita de su experiencia personal
enriquecida por las experiencias de la Humanidad en sus momentos cumbres del
arte u otro tipo de expresión.
Y para que tal expresión
surja con menor dificultad de las profundidades del alumno, después de la seria
y honda ponderación que le exigirá el trabajo, la redacción final habrá de
lograrse que sea muy personal. El alumno ha de decirnos lo que sobre el tema
(la noche en el caso modélico contemplado) le haya sacudido profundamente su
interior (su yo profundo), sus facultades (su inteligencia , su emotividad, su
voluntad) y en último lugar, también sus sentidos.
Más que una redacción
completa sobre el tema considerado, le exigiremos una expresión escrita cifra
que lleve en sí, reflejado e implícito en cifra, el tema total. Ni más ni menos
que los artistas y genios que nos
dejaron obras maestras, definitivas, en el transcurso de la Historia. Asomado a
la ventanas de sus cuadros, subiendo, paso a paso, por la escalera de los
poemas inmortales, apoyado en las piedras de sus esculturas… el alumno acertará
a cifrarnos el objeto de su trabajo, la Noche en el caso presente, y podrá
(bien tomada la distancia con los
artistas geniales que ha trabajado) darnos el tema entero mediante una cifra
personal suya.
Así, como modélico, un
alumno nos dio la versión de la Noche en una silva que se acerca a las liras de
la noche serena de Fray Luis. Son estrofas briosas, juveniles, modernistas,
difíciles de superar en su aspecto formal (que aquí nos interesa menos) pero
cifra final del alumno inteligente que se ha zambullido de veras en la Noche a
la que le hemos asomado.
NOCHE DE ESTRELLAS
El silencio es sagrado,
donde duermen las cosas.
Los arqueros
alados han lanzado
en flechas los luceros
floridos , al llegar a los
linderos
del cielo, detenidos
del miedo de turbar tanto
reposo.
Y llueven florecidos
lirismos y armonioso,
se oye el coro de números
grandioso.
¡Oh gigantes esferas!
¡Oh estados donde holgadas
todas giran
en aladas carreras!
¿Qué alientos os inspiran?
Las lanzas de esos carros
¿dónde miran?
Oh ruido luminoso
de infinitas cascadas
espumosas!
¿Qué abismo tenebroso,
mil siglos en sus fosas
bebió vuestros raudales?
¡Oh anchurosa orillas del
vacío!
¿Cuándo desbordaréis las
tronadoras
aguas de ese gran río?
Ya oigo las mugidoras
ondas de aquestas llamas
voladoras.
Toda la Noche palpita en
estos versos, que hay que dar como hermoso logro de la meditación-estudio, en
tres tiempos de la Noche. El primer ensayo del bachiller está logrado. El día
que tenga que enfrentare a una tesina o a una tesis, ya tiene iniciado su
camino. La experiencia –mejor si repetida- le va a allanar el camino.
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Especialista en expresión escrita
Emérito UCJC
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